LAS PRIMERAS ASAMBLEAS ORIENTALES
Los
triunfos orientales fueron motivo de
preocupación no solo
para las autoridades montevideanas, sino también
para la corte portuguesa en Río de Janeiro.
La princesa Carlota de Borbón fue la impulsadora del envío de tropas al mando del capitán general de Río Grande, Diego de Souza, para auxiliar a Montevideo y pacificar la campaña.
Montevideo estaba
sitiada por las
fuerzas orientales victoriosas luego de la batalla de las Piedras y por las
fuerzas bonaerenses.
Los sitiadores tomaron rápido conocimiento de la entrada de las fuerzas portuguesas en el territorio de la Banda Oriental, de los desmanes cometidos y del peligro que significaba su presencia.
Buenos Aires, por su parte, sufría una
crisis política interna determinada por la rivalidad entre diversos grupos dirigentes que provocaban cambios de gobierno.
Bueno Aires no podía continuar sosteniendo la lucha y aceptó realizar un acuerdo. El tratado final se llevó a cabo directamente entre las autoridades bonaerenses y el virrey Elío. En el ínterin se produjo la convocatoria, por parte de Rondeau, para una
Asamblea que se llevaría a cabo
en el Cuartel General de los sitiadores (la Panadería de Vidal). En ella, los comisionados de Buenos Aires explicaron uno de los puntos de las tratativas -el que se refería a la suspención de hostilidades- fundamentando su aceptación en las dificultades sufridas con el ejército español en Tucumán, en la invasión portuguesa en territorio oriental y en el bloqueo al puerto de Buenos Aires.
Los
orientales rechazaron estos argumentos, y
se opusieron al armisticio. Sin embargo y ante la gravedad de su situación, propusieron mantener el Sitio con sus fuerzas.
Paralelamente, en Buenos Aires -el 23 de setiembre- se instaló el Primer Triunvirato -compuesto por Sarratea, Paso y Chiclana- como forma de eliminar la crisis política que se vivía en Buenos Aires, sustituyendo de esa forma a la Junta Grande.
Artigas consideraba que el tratado constituía una violación de los compromisos existentes entre Buenos Aires y los orientales y pedía que no se procediera a su concreción sin la participación oriental.
Se convocó para ello una
Asamblea en la Quinta de la Paraguaya (actual Tres Cruces) para explicar las razones del acuerdo preliminar. Esta Asamblea se realizó el
10 de octubre de 1811. A partir de este momento, la autoridad de Artigas fue indiscutida ya que el pueblo lo nombró "Jefe de los Orientales".
Sin embargo, el 10 de octubre de 1811 se firmó el llamado Armisticio de Octubre, acordado directamente entre el Triunvirato porteño y el virrey español Elío.